Estamos acostumbrados a ver en las películas norteamericanas que hay cierta relación entre casas rodantes y crisis inmobiliaria. Bosques de casas rodantes, precarias, en donde es barato vivir, y que soluciona de alguna manera el problema del acceso a la vivienda.
Es una forma común, en el resto de los países, resolver el problema de la falta de vivienda.
Ya desde el 2010, se notó en Argentina la tendencia, hay cada vez más gente que se anima a probar esta solución. Un tipo de vivienda totalmente atípica como solución para la idiosincrasia de los argentinos.
Sin embargo, para los que comenzaron a ver a las casas rodantes con ojos de aventura, es una opción que no siempre tiene que ver con lo bajo en precio, sino más bien lo contrario.
Los servicios, los espacios, y una serie de condiciones de seguridad, son el modo común de otros países de proliferar la opción.
En nuestro país, no hay condiciones tan ajustadas al modo de vida de casas rodantes, pero si se lo toma como una forma de vacaciones, de romper la rutina y transportar las comodidades de una casa a esta unidad móvil, entonces es considerable un traslado permanente.
En la coyuntura actual, en la medida en que desaparecen las operaciones inmobiliarias, el negocio de las casas rodantes ha aumentado en más de un 20%, respecto a los años anteriores.
Aunque los números porcentuales parecen importantes, estamos hablando de una cantidad aproximada de 6000 unidades, sin consecuencias, respecto a la necesidad habitacional y a la crisis inmobiliaria.
Sin embargo, dentro de esta opción, aunque muchos la estén adoptando por barata, hay verdaderos palacios rodantes, con toda la tecnología y confort, que hasta incluyen cochera.
Verdaderos colosos del asfalto, estas unidades cuentan con toda las instalaciones adecuadas a sus posibilidades de espacio y uso.
En una casa, los dispositivos de uso, sueles sobrepasar sus posibilidades de servicios, como ha pasado con el advenimiento de la televisión, en su momento, que en la vida actual requiere instalaciones energéticas que soporten más de uno en los diferentes ambientes, luego, las computadores, otra vez, los requerimientos energéticos se pusieron a prueba. Actualmente las opciones para chicos han multiplicado el problema, tableros de juegos, Play Station, WII, Xbox, y la lista sigue.
Si se va a necesitar que todas esas actividades estén contempladas en las unidades rodantes, ya no se podrá hablar de opción barata para la vivienda.
Algunas opciones hasta incluyen auto lavado, con dispositivos en los techos que facilitan la limpieza de la unidad.
Baratas o caras, el por ahora, los espacios para esta opción son pocos, usualmente los mismos que son empleados para campings vacaciones. No porque requiera lo que usualmente ofrecen estos sitios, baños, agua caliente, quizás cocina, sino por seguridad; un entorno controlado no es sencillo encontrar en un país que históricamente no cuenta con esta perspectiva para la vivienda.
Lo que en otros países es una elección barata, en el nuestro es una opción del trotamundos, del que le gusta recorrer el país, que opta por las comodidades de aire acondicionado y tecnología suficiente para contar con WiFi y facilidades, que permita unas vacaciones más cercana a las comodidades de un gran hotel.
Aún no hay espacios delimitados para este tipo de viviendas como ocurre en otros países, pero quién sabe, no sea una opción que en breve nos comience a servir.